La Legionella ¿Amenaza para nuestras piscinas de Hidromasaje?

Si nunca había pensando que su jacuzzi o piscina de hidromasaje podría ser la causante de la proliferación de Legionella aquí le contamos el porque son instalaciones de riesgo de Legionella y que medidas de control deberán tomarse.

Las piscinas de hidromasaje son instalaciones recreativas de carácter público o privado. Son bañeras poco profundas y de tamaño variable que cuentan con estructuras para estar sentado o tumbado dentro del agua mientras los chorros producen su efecto terapéutico en el cuerpo.

El agua de estas piscinas no se cambia después de cada uso y la temperatura se mantiene normalmente entre los 30º C y 42º C. Este rango de temperatura es el óptimo para el desarrollo de la Legionella (35-37ºC) y otros microorganismos, además debido a los aerosoles producidos con los chorros a presión la bacteria en el caso de estar presente, al ser respirada, podría llegar nuestros pulmones produciendo una neumonía por Legionella pneumophilia; sumado a este factor de riesgo hay que tener en cuenta que debido al volumen del vaso y a los numerosos usuarios que lo utilizan a la vez, el agua alcanza rápidamente un grado alto de contaminación por grasas de la piel, escamas epidérmicas, lociones, bacterias y hongos.

Como consecuencia las medidas higiénicas de estas instalaciones deben ser controladas al detalle.

En función de la capacidad de la piscina se recomienda un tiempo máximo de recirculación del agua, siendo para las piscinas superiores a 10m3 un máximo de 4 horas.

Para controlar los sólidos que pueda haber suspendidos en el agua después de cada uso se pasa la corriente de agua por unos filtros de alta eficiencia, normalmente suelen ser filtros de arena o de resinas sintéticas.

El control de los parámetros químicos del agua es el que permite en mayor medida el control de los microorganismos presentes en el agua y se realiza 2 veces al día. Los parámetros más significativos son la temperatura, el pH y la concentración de cloro libre o bromo el agua. Estos desinfectantes deberán estar siempre presentes en el agua para que se produzca en la misma una desinfección en continuo.

Igual de importante el estado del vaso. No puede permitirse un vaso con fisuras o grietas que permitan pérdidas de agua, ni deficiencias estructurales ni de diseño que permitan zonas de acumulación o estancamiento del agua.

Semestralmente o anualmente dependiendo del volumen habra de llevarse a cabo una limpieza y desinfección del vaso de la piscina , vaso de compensación , circuito y resto de elementos que lo componen.

Todas las operaciones deberán de quedar registradas.

Contar con empresas  profesionales de control y prevención de Legionella nos asegura la eficacia de los tratamientos y por tanto la ausencia de Legionella en el agua de nuestras piscinas con movimiento.